Érase una vez un cuentacuentos infantil que contaba aventuras y leyendas a los niños pequeños de una pequeña ciudad. Los niños disfrutaban mucho de sus historias y les encantaba escuchar sus relatos.

Un día, el cuentacuentos les dijo a los niños: ¡Vamos a viajar a un mundo de sueños y descanso! ¡Vengan conmigo a un lugar que solo los niños pequeños pueden llegar!

Los niños estaban muy emocionados y no podían esperar para ir. El cuentacuentos los llevó a un mundo de fantasía diferente de lo que jamás imaginaron. Había campos de flores, ríos, montañas y cascadas. Los niños se sentían como si estuvieran en un cuento de hadas.

Durante el viaje, el cuentacuentos les contó la historia de una princesa que fue secuestrada por una maldad bruja. La princesa fue llevada a su castillo y encerrada en una habitación con una puerta de plata. Sin embargo, la princesa no estaba sola. Un dragón la encontró y, a pesar de que era temido por muchos, el dragón la protegió y la ayudó a escapar.

Los niños estaban fascinados con la historia y preguntaban muchas cosas al cuentacuentos. Les contó cómo los dragones son seres mágicos y benevolentes que nos protegen de la maldad. Les dijo que si creen en los dragones, siempre podrán contar con ellos.

Cuando llegaron a su destino final, el cuentacuentos les dijo: Bienvenidos a un mundo de sueños y descanso. Aquí podrán encontrar la felicidad y el amor que necesitan para ser felices.

Los niños se quedaron muy sorprendidos. Habían encontrado el lugar más maravilloso del mundo. Estaban rodeados de árboles frondosos, flores y un río que los llevaba a un lago donde podían nadar y jugar.

A partir de ese día, los niños visitaban este lugar todos los días para soñar, descansar y reír. Aprendieron que los sueños pueden ayudarnos a encontrar la felicidad y el amor en la vida.

La moraleja de este cuento es que, si se cree en los dragones, siempre hay un lugar para encontrar la felicidad y el amor. Si los niños tienen el coraje de seguir sus sueños, pueden encontrar el descanso y la alegría que tanto anhelan. ¡Viaja con los niños pequeños a un mundo de sueños y descanso!